CINE MUSICAL


Desde vque se hicieron la primeras proyecciones en público existian en las salas,o al menos en algunos casos, pequeñas orquestas -en algunos casos solo una pianísta - que ante la pantalla interpretaban melodias dirigidas, teóricamente , a reforzar el efecto de la imagene. Además era frecuente poner en situación a los interpretes mediante la ejecución de melodias que, especialmente en las escenas románticas, estimularían su inspiración. Cuando las salas eran realmente importantes y las películas que en ellas se exibían tambien lo eran, la música que se interpretaba como acompañamiento venía ya preparada por las casa distribuidora o productora del film. Es el caso de títulos como: El nacimiento de una Nación (the birt of a Naction, 1914), de D.W Griffith, que iba acompañado de su propia partitura. Sinembargo la práctica habitual era interpretar ritmos convencionales, que se calculaba sufrirían infalíblemente su efecto en el momento oportuno cuando se visionasen las escenas para las que se les ponian idóneos. En el fondo, elm planteamiento se ha venido utilizando para la música convencional " de acompañamiento " : violines en las escenas de amor, percusión en las de violencia y así sucesivamente.
 
 

En cualquier caso, la música del cine no adquiere importancia real hasta que nace el sonido sincrónico. Entonces, y al margen del cine específicamente musical, se produce la incoporación de las imagénes de lo que hasta entonces había sido la música de acompañamiento y que se calificaría de música de fondo. Es un hecho que, al advenimiento del cine sonoro, el ritmo de los films se hace mas lento, de un lado por dificultades técnicas y de otro por no estar los realizadores, los técnicos y los intérpretes, habituados al timing del nuevo lenguaje. Era frecuente que entre plano y plano, entre réplica y réplica del diálogo, se produjeran unos baches que había que llenar. La música fué panacea. Con la incorporación a la imágenes de la música de fondo se lograba dar a aquellas, sin excesivo esfuerzo, un ritmo del que su concatenación, en mudo, carecía. Lo que faltaba en fluidez del lenguaje recién nacido, todavía en proceso de gestación, de busqueda  de la propia identidad, se suplía con celo, o con violoncelo.
 
 

( Film de S.M Einsenstein, Aleksandr Nevkij, 1938 )
 

La música de fondo de aquellos primeros años no difería, en suma, de la de la de acompañamiento -tratárase de la utilizada durante la proyección o de la empleada durante el rodaje - mas que por el hecho de ir incorporadas al film, ya grabadas y sin que hubiera lugar a falsas interpretaciones. De hecho, durante años, a lo largo de decenios, el concepto que se ha tenido de la música de cine no ha experimentado, salvo honrosa excepciones, variaciones notables. La partitura, antes de comentar la acción, debia subrayar sus momentos fuertes. Este palnteamiento es , en suma, el que ha venido haciendose tradicionalmente y el que aún tiende a hacerse en gran parte de los folms que se producen.
 

Naturalmente poco tiende que ver todo esto con el concepto del film musical como género, un concepto que conviene intentar establecer, aunque no resulte fácil, cuanto antes. Por supuesto no es un folm musical cualquiera que tenga música, en cuyo caso los serían todos los sonoros , con exclusión de algunos de Buñuel, en los que, por otra parte, si bien no hay música de fondo, si existe la llamada música objetiva, es decir, la que se oye si los personajes tiene puesta la radio, si pasa por delante de la ventana una fanfarria militar...No es tampoco un musical, necesariamente, aquel en el que figuren, por necesidades de la acción, una o varias canciones, una o varias escenas de baile. El film musical o al menos, en el  sentido en que va a entenderse en esta página, es aquel en las que las escenas de canto y baile o ambas cosas a la vez , son fundamentales, y en el que el ritmo musical es esencial para la acción, impregnando no solamente la banda sonora sini el transcurrir y sucederse de las imágenes.
 


 
 
 
 

Quiere decise que un auténtico musical sería aquel en el que el espectador sienta la sensación de que los personajes, llegado el momento, no van a tener mas remedio que ponerse a cantar o bailar, aunque se limiten a entonar un recitativo o a esbozar unos pasos de danza, e independientemente de lo que hagan o no con frecuencia. Por el contario, un film saturado de música, o incluso de bailes y canciones, puede no tener ningun punto de contacto con el que se considera  verdadero espíritu del musical. lo mismo que puede considerarse musical un film mudo, como La viudad alegre ( The Merry Widow, 1925 ), de Erich Von Stroheim, y excluirse del género sin ninguna duda películas como Orfeo Negro (Orfeo Negro, 1959),del realizador francés Marcel Camus, aunque en ellas los personajes a lo largo de la acción canten y bailen constantemente.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


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